Tener una copia de seguridad de sus datos comerciales es una necesidad hoy. Las rutinas de respaldo de datos deben ser integrales y deben cubrir los servicios digitales centrales de la empresa. También deben contener un aspecto proactivo que garantice que, en caso de un ataque o desastre, los datos sean fácilmente recuperables. En este sentido, hay dos indicadores que se destacan: RPO y RTO. El primero se usa para medir cuánta información puede perder una empresa después de una situación descontrolada. El segundo proporciona a los gerentes de TI una referencia sobre cómo deben planificarse las políticas de respaldo. En el artículo de hoy, veremos las diferencias entre estos dos indicadores y veremos cómo afectan las políticas de respaldo.
RTO: objetivo de tiempo de recuperación
Este indicador se utiliza para evaluar el tiempo máximo que un sistema puede no estar disponible después de una falla o ataque. Este indicador abarca el impacto causado por un problema potencial y establece una línea de base estimada para que los técnicos restablezcan parte de las operaciones normales de la compañía. El cálculo de este indicador implica la evaluación de cada base de datos y cada información para el negocio. El software que está vinculado a procesos internos debe tener prioridad, mientras que las herramientas de bajo uso pueden tener un RTO más alto, lo que significa que llevará más tiempo para volver a funcionar.
RPO: objetivo de punto de recuperación
Este indicador se usa para medir la cantidad de información que se puede recuperar después de una falla operativa o después de un ataque. Este indicador tiene en cuenta el intervalo entre la creación de cada copia de datos de la organización. El RPO le da al gerente de TI una mejor idea del impacto real que tendrá una falla en el negocio de la entrada de datos. Por ejemplo, si ocurre una falla a las 10 a.m. y la última copia se realizó a las 8 a.m., la RPO indica que la organización no podrá restaurar dos horas de información.